¿Mito o realidad?
Estos son algunos de los trucos que muchas veces se proponen para evitar la detección del alcohol en los controles. Se trata de consejos falsos, que no ayudan a tomar decisiones con la correcta información.
Mascar chicle: Enmascarar el olor del aliento no sirve de nada, porque el alcohol sigue estando presente.
Vomitar: Esto sólo es efectivo en los primeros minutos de la ingesta, cuando el alcohol aún no ha pasado al intestino.
Tomar mucha agua: La sobrehidratación puede ser eficaz si se prolonga durante horas. De todas formas, la tasa de alcoholemia apenas bajaría un 2 o 3%.
Utilizar sprays u otros productos “milagrosos” como el aceite, granos de café o la clara de huevo, nada de esto es eficaz para “disolver” el alcohol que sale en el aire expirado.
Fumar: El humo del tabaco no sólo es ineficaz en las pruebas de alcoholemia, sino que sus gases pueden hacer que aumente la tasa real.
Dormir: Descansar una hora elimina menos alcohol que caminar una hora, porque parte del alcohol se elimina por la respiración; durmiendo, el sistema respiratorio trabaja más lentamente.
Orinar: El alcohol almacenado en la vejiga no afecta al que existe en los pulmones.