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VELOCIDAD E HIDROPLANEAMIENTO

Cuando caen las primeras gotas la suciedad del asfalto y la humedad vuelven el  pavimento especialmente resbaladizo.

Por lo tanto, la primera buena práctica es: reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad con el vehículo que nos precede

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El asfalto mojado también disminuye el agarre de los neumáticos de ahí la importancia de reducir la velocidad, ya que es posible que tengamos menos dominio del vehículo. En caso de frenazo brusco, nuestra distancia de frenado se incrementa considerablemente, por eso también recomendamos aumentar la distancia de seguridad.

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Debemos evitar pasar por cúmulos de agua que se puedan encontrar en la calzada, estos pueden comprometer la estabilidad del vehículo; así como afectar a las pastillas de freno haciéndolos menos eficaces. Tampoco recomendamos realizar frenazos bruscos ni aceleraciones para evitar el hidroplaneamiento. Durante la conducción puedes ir comprobando que los frenos funcionan correctamente con ligeros toques.

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La adherencia crítica de las primeras gotas mejora a medida que continúa la lluvia, haciéndose más uniforme. Esto no significa que no se deba seguir teniendo precaución al conducir.

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Cuanto más agua se acumule en el pavimento, las distancias de frenado serán mayores. Pero además, si llueve torrencialmente o existen pozos o desniveles que permitan la acumulación de agua, en las calles o carreteras, el vehículo puede hidroplanear y patinar sin dirección.

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 ¿QUÉ PODEMOS HACER ANTE LA PÉRDIDA DE ADHERENCIA?  

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Para adaptarse a la pérdida de adherencia, aumentar la distancia de seguridad y reducir la velocidad, especialmente en zona de curvas; si nos vemos obligados a frenar sin ABS, es recomendable hacerlo en línea recta y soltando los frenos antes de empezar a girar el volante.

Si se produce el hidroplaneamiento y patina el automóvil, sujetemos firmemente el volante, no hagamos movimientos bruscos, no frenemos (ni siquiera con ABS) y levantemos suavemente el pie del acelerador.

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  HIDROPLANEAMIENTO (Aquaplaning)  

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Si el asfalto no drena bien o por defectos del camino se acumula el agua en determinadas zonas circular por allí a una velocidad inadecuada puede producir hidroplaniamiento. 

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Podemos detectar que estamos sufriendo aquaplaning si perdemos el control sobre la dirección del vehículo y notamos como una retención fuerte del automóvil.

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Cuanto mayor sea la velocidad y más inflado esté el neumático, menor será el contacto entre el neumático y la carretera y mayor la posibilidad de hidroplanear.

 

 No es recomendable circular a más de 45km/h en esta situación. 

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Para prevenirlo lo mejor es reducir la velocidad y mantener los neumáticos con la presión y la profundidad del dibujo adecuados (mínimo 1,8 mm, recomendable 3 mm).

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Si a pesar de todo el vehículo se queda sin dirección y comienza a patinar recomendamos:

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  • mantener firme la dirección.

  • correjir en lo posible las pérdidas de trayectoria.

  • evitar acelerar o frenar.

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 UN CONSEJO : 

  EN CASO DE PAVIMENTO MOJADO SEGUIR LA HUELLA DEL AUTOMÓVIL PRECEDENTE O EVITAR PISAR LAS MARCAS DE

  LA CARRETERA SON PRÁCTICAS RECOMENDADAS.  â€‹

​

  EN MOTO O BICI  â€‹

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Los motociclistas y ciclistas deben redoblar los cuidados ya que su forma de circulación es muy diferente a la de otros usuarios del tránsito y por lo tanto están expuestos a mayores riesgos.

 

Es por ello que de no ser sumamente necesario en condiciones de clima adversas como la de intensas lluvias es preferible contemplar la posibilidad de no salir o de utilizar otro medio de transporte.

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Cuando el pavimento está mojado las señales horizontales demarcadas en el suelo, como las cebras, son bastante resbaladizas. Lo mejor es tratar de evitarlas y si pasamos sobre ellas, lo debemos hacer con el vehículo lo más vertical posible y manteniendo la velocidad. Lo mismo ocurre con las alcantarillas y calles de adoquines, que también ofrecen una superficie muy poco adherente.

 

Tanto el frío como el pavimento húmedo aumentan la distancia de frenado. A modo de ejemplo, una moto a 60 km/h sin asistencia de sistemas electrónicos para frenar recorre, en seco, casi 19 metros hasta que se detiene, mientras que en mojado supera los 22 metros. Esos 3,5 metros pueden parecer poco, pero en una frenada a 60 km/h puede ser la diferencia que nos lleve a chocar con el vehículo que nos precede.

 

Además, en estas condiciones, existe la posibilidad de bloquear las ruedas, que en muchos casos pueden terminar en una caida.

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